Como Life Share Network, apoyamos el Credo de la Alianza Evangélica Europea (EEA) y el Credo de los Cristianos Evangélicos del EEA están comprometidos con la revelación del Dios trino dado en el Antiguo y Nuevo Testamento y con la fe histórica establecida en el Evangelio. Hacen hincapié en las siguientes doctrinas, que consideran fundamentales para comprender la fe y para lograr el amor mutuo, el servicio cristiano práctico y el compromiso evangelístico:
1. La omnipotencia y la gracia de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo en la creación, la redención y el juicio final.
2. La inspiración divina de las Escrituras, su completa confiabilidad y suprema autoridad en todos los asuntos de fe y vida.
3. La completa pecaminosidad y culpabilidad del hombre caído, que lo expone a la ira y a la condenación de Dios.
4. El sacrificio vicario del Hijo de Dios Encarnado como la base única y perdonadora de la salvación de la culpabilidad y el poder del pecado y sus consecuencias eternas.
5. La justificación del pecador por la gracia de Dios solamente sobre la base de la fe en Cristo crucificado y resucitado de entre los muertos.
6. La obra del Espíritu Santo, que produce la conversión y el renacimiento del hombre, habita en el creyente y le permite santificar.
7. El sacerdocio de todos los creyentes que componen la congregación mundial, el cuerpo del cual Cristo es la cabeza, y que está obligado por su mandato a proclamar el evangelio por todo el mundo.
8. La expectativa del regreso personal y visible del Señor Jesucristo en poder y gloria.
1. La omnipotencia y la gracia de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo en la creación, la redención y el juicio final.
2. La inspiración divina de las Escrituras, su completa confiabilidad y suprema autoridad en todos los asuntos de fe y vida.
3. La completa pecaminosidad y culpabilidad del hombre caído, que lo expone a la ira y a la condenación de Dios.
4. El sacrificio vicario del Hijo de Dios Encarnado como la base única y perdonadora de la salvación de la culpabilidad y el poder del pecado y sus consecuencias eternas.
5. La justificación del pecador por la gracia de Dios solamente sobre la base de la fe en Cristo crucificado y resucitado de entre los muertos.
6. La obra del Espíritu Santo, que produce la conversión y el renacimiento del hombre, habita en el creyente y le permite santificar.
7. El sacerdocio de todos los creyentes que componen la congregación mundial, el cuerpo del cual Cristo es la cabeza, y que está obligado por su mandato a proclamar el evangelio por todo el mundo.
8. La expectativa del regreso personal y visible del Señor Jesucristo en poder y gloria.